Caminando por la bella París comprobamos que es verdad eso que nos han contado de que en cada esquina existe un tesoro. En una de sus calles, concretamente en el barrio Canal de Saint- Martin, nos encontramos con una antigua casa impresora que ha evolucionado en una especie de cibercafé, donde se ha reemplazado el uso de los ordenadores por los de unas máquinas de coser tipo Singer. Con el lema de "deja de comprar, hazlo tú mismo" las propietarias del local, Martena Duss y Sissi Holleis, ambas estrechamente ligadas al mundo de la moda, alquilan las máquinas por 6 euros la hora y ofrecen clases para principiantes. Un negocio perfecto en momentos en los que se empieza a dar más valor al individualismo y a la exclusividad de las piezas artesanales que a las masivas producciones industriales. Sweat Shop, que así se llama el café, es uno de esos lugares con melodía propia y vestigios del pasado que sólo podrías imaginar en las calles de la bella París...
Pero que buena idea! y que acogedor parece el lugar...ojala haya mas emprendimientos asi para salir un poco de la masificacion...besos!
ResponderEliminarLila